El ser humano desde hace miles de años se organiza en sociedades y esa organización ha implicado (con diferentes niveles de desarrollo) la creación de distintos sistemas políticos. Existen una buena cantidad de ellos, por lo que a continuación haremos mención. Presentamos formas de gobierno: información y cuadros comparativos para descargar.
Formas de gobierno
Aquí cuando mencionamos sistemas políticos nos referimos a las diferentes maneras en las que se ha organizado el estado para su gobierno. Simplemente haremos mención a las más significativas, aclarándole al lector que pueden existir múltiples mixturas en la realidad.
Monarquía
Este tipo de gobierno en un estado se basa en que una familia representa los intereses y la identidad de un país (lo que se conoce como dinastía). De esta dinastía surge un monarca, que va a tener diferentes grados de poder de acuerdo a qué clase de monarquía se trate.
Monarquía absoluta
Este es el tipo de monarquía más antigua. Aquí la figura del monarca dirige el destino del país ejerciendo el poder de todas las instituciones, teniendo en cuenta también el aspecto religioso: se sume que el monarca es la fuente del poder, ya que es la representación de Dios en la tierra.
Un buen ejemplo de monarquía absoluta sería la de Luis XIV en Francia o la de Enrique VIII en Inglaterra, representantes de su familias y totalmente negadores de cualquier tipo de voluntad popular.
Monarquía constitucional y parlamentaria
Este tipo de monarquía es más moderna y la razón es clara: las funciones y potestades del monarca están sujetas a lo establecido en la constitución. Si bien el rey es el jefe del estado, también están las figuras del presidente y del primer ministro, que en este caso es escogido por el parlamento.
En la actualidad hay buenos ejemplos de monarquía constitucional y parlamentaria: Reino Unido o España, por ejemplo, lo son.
Monarquía semi constitucional o híbrida
Existen estados con cartas magnas o constituciones, pero el monarca tiene una suerte de poder de decisión sobre ella. Aquí no hay una regulación tan tajante como en una monarquía auténticamente constitucional y parlamentaria, donde muchas veces las funciones ejecutivas son llevadas por un presidente o primer ministro, mientras el rey se reduce a un aspecto ceremonial o de relaciones exteriores.
República
Cuando hablamos de república nos referimos a la estricta división de poderes (poder ejecutivo, judicial y legislativo). Bajo ese contexto, existe la figura de un presidente o de un primer ministro usualmente, escogido sea por el pueblo o por el mismo parlamento. Ellos tienen que bregar por los intereses de los ciudadanos, en un período establecido de tiempo.
La separación de los poderes tiene por misión no solo un balance entre ellos, sino también el mutuo control. Existen múltiples repúblicas desde Argentina o Brasil, hasta Francia e incluso Japón (por más que exista la figura de un emperador).
Aristocracia u oligarquía
Aquí el gobierno está basado en el poder de una determinada clase social privilegiada y se supone que ellas tienen las mejores competencias académicas, intelectuales y morales para ejercer sus funciones.
Aristocracias muchas veces fueron las repúblicas nacientes de Hispanoamérica, ya que fueron descendientes de terratenientes y personas de poder quienes se encargaron de administrar el país en aquellos años.
Democracia
Este tipo de sistema político defiende la soberanía popular, es decir, el derecho que tienen los ciudadanos a escoger sus propios gobernantes. Sin embargo, existen diferentes mecanismos y tipos de democracia, que a continuación mencionaremos brevemente.
Democracia representativa
Una democracia representativa hace hincapié en el rasgo esencial de toda democracia: ser dar lugar a un gobierno del pueblo. Los gobernantes son, en rigor de verdad, representantes de los ciudadanos, quienes mediante el sufragio los escogieron para determinado mandato y puesto.
Democracia participativa
Existen democracias con mecanismos que permiten al pueblo votante una mayor soberanía de decisiones. Existen instrumentos legales como los referendos, las iniciativas populares, los plebiscitos, entre otras. Naciones que van desde Argentina hasta Alemania tienen diferentes mecanismos con distinto peso que idénticamente expresan lo mismo: una mayor participación del pueblo o ciudadanía en las decisiones gubernamentales.
Democracia directa
Aquí las decisiones se toman por medio de mecanismos directos en donde se observa el parecer de la ciudadanía. Asambleas de ciudadanos, elecciones primarias e incluso referendos que sean vinculantes son algunos de ellos.
Posiblemente el ejemplo histórico más sobresaliente de democracia directa sea la que se desarrolló en Atenas en su siglo de oro (siglo V a.C), más allá de las enormes reservas que haya que tomar al respecto (por ejemplo en quienes se consideraban ciudadanos). Como ejemplo actual, hay que decir que Suiza hoy cuenta con una buena cantidad de mecanismos afinados al respecto.
Dictadura
Este sistema político que se traduce en un tipo de gobierno se basa en que el poder está concentrado en una sola persona. Esta toma decisiones políticas, militares, sociales y económicas. Aquí pueden existir instituciones, pero suelen ser totalmente adictas a la figura del dictador o simplemente no existir (por ejemplo, el cierre de un congreso).
La alternancia del poder en una dictadura es prácticamente inexistente, aunque puede ocurrir que se la bañe de un marco legal para darle aires algo más puros.
Totalitarismo
Es una forma de ejercer el poder a través de la dominación. Se caracteriza por la formación de un partido único, que cumple las funciones que le corresponden a los poderes públicos: se encarga de crear leyes, legislar y sancionar, sin ningún tipo de restricciones.
El totalitarismo persigue la disidencia y suele exaltar a una figura única, una suerte de líder carismático, que a veces tiene poder por encima del mismo partido político. Los regímenes de Stalin, Hitler o Mussolini son buenos ejemplos de ese tipo de sistema político.
Cuadros comparativos de formas de gobierno
