La civilización azteca o mexica fue una de las más importantes en el período Posclásico tardío, de ahí que haya tenido un contacto directo (y sangriento) con los europeos conquistadores. Sin lugar a dudas es una civilización rica en cultura y poderío, por tal motivo presentamos a continuación cuadros sinópticos sobre la cultura azteca: imágenes e información.
¿Quiénes fueron los aztecas?
Los aztecas fueron un gran pueblo mesoamericano de filiación nahua, conocido históricamente por fundar Tenochtitlán. Asentado sobre un islote al poniente del lago de Texcoco se convirtió con el tiempo (en sí reducido)en un estado poderoso, de los más extensos y subyugador de una buena cantidad de otros pueblos, más o menos cercanos.
Originariamente se pensaba en una división entre civilizaciones recolectoras nómades del norte y las mesoamericanas monumentales (al estilo olmeca); pero esta división hoy los historiadores no la respetan tanto. Los registros más antiguos de los aztecas datan del siglo XII, porque muchos consideran que este pueblo fue parte de la última gran migración chichimeca, proveniente del norte.
Características de la cultura azteca
Las características del pueblo azteca han ido variando, teniendo en cuenta que de algún modo pasó de ser un pueblo tributario de los tepanecas a adquirir una hegemonía absoluta, un imperio como entidad política extensa hasta la llegada de los españoles.
Hablamos de una sociedad militarizada, con una fuerte división de clases, pero también compuesta de entidades, cuyo nombre era altépetl. Eran instancias políticas, sociales y religiosas, que en conjunto conformaban un mismo estado; pero eran tributarias a la hegemónica Tenochtitlán, por lo menos en los últimos tiempos. A su vez, en un nivel más micro, existían clanes.
Esa sociedad militarizada impuso a los pueblos vecinos, más débiles un idioma (el náhuatl) y una religión que si bien era politeísta, se centraba en el culto al dios solar y al guerrero Huitzilopochtli. De ahí que en la conquista española muchos pueblos hayan apoyado, aunque sea momentáneamente, a los europeos.
Organización política azteca
Desde lo político, lo repetimos, eran sociedades militarizadas y sumamente religiosas. Hasta podríamos decir que ambos ámbitos, que en tantas sociedades están muy divididos, tenían una unión inextricable. Por lo general las altas autoridades, que eran muchas, tenían un poder sobre un territorio determinado.
Era una sociedad que partiendo del pueblo llamo estaba divida en clanes. Cada una de estas tenía una autoridad o calpullec. Asimismo, había un juez popular o tecutli. Por encima de este existía un tribunal de tres jueces vitalicios, designados por un consejero denominado cihuacóatl. La autoridad máxima política del imperio era el huey-tlatoani, electo entre las noblezas de los clanes, a través de un consejo que representaba a cada clan.
Organización social de los aztecas
La sociedad azteca, como dijimos, se dividía en clanes. Eran un total de 20, vinculados entre sí por parentesco, división territorial y práctica religiosa, la última inseparable del arte de la guerra. Cada clan tenía su autoridad, territorio y hasta un templo propio.
A grandes rasgos, en una sociedad militarizada y teocrática, las clases sociales eran tres: nobles guerreros o pipiltin, controladores del gobierno y de la religión; plebeyos o macehuatlin, que comprendía a artesanos, campesinos y comerciantes (el famoso pueblo llano); y finalmente esclavos o tlatlacohtin, generalmente prisioneros de guerra, criminales o ciudadanos que mediante la servidumbre pagaban sus deudas abundantes a terceros.
Costumbres del imperio azteca
El imperio azteca desarrolló una importante hegemonía en un tiempo muy reducido, lo cual implica una difundida costumbre: su militarización guerrera. Esto fue visto sobre todo en su etapa imperial, en donde contaban muchas veces con la labor de inteligencia de los comerciantes, que daban información clave previa, siendo sometidos los pueblos vecinos hasta que caían en el vasallaje. Naturalmente, no se descarta que haya habido otros tipos de subyugación como las uniones matrimoniales entre diversos pueblos más reacios al dominio.
Es importante recalcar la guerra azteca, porque los ejércitos estaban confeccionados en su mayoría por plebeyos con una instrucción básica y guerreros profesionales provenientes de la realeza. Una práctica vital, porque en una sociedad estratificada el principal motivo de elevación social o movilidad era la guerra.
Asimismo, eran pueblos muy religiosos, teocracias donde muchas veces los gobernantes podían asumir el papel de divinidades o de tener una conexión especial con ellas. En este último punto, los sacrificios son un dato sobresaliente, por lo general llevados adelante con prisioneros de guerra.
Economía de los aztecas
La economía azteca fue próspera, sobre todo en el período imperial. El dominio de pueblos vecinos brindaba la oportunidad de obtener mano de obra barata y masiva. El cultivo de las tierras era asignado a los clanes, repartiendo la producción entre el Estado, los sacerdotes, la familia del clan y su jefe.
Las avanzadas técnicas agrícolas aprovechaban las aguas del lago Texcoco, mediante un sistema de cultivo en chinampas, empleando el lodo del lago como abono y pudiendo sembrar varias veces al año. Asimismo, desarrollaron el comercio (en trueque principalmente), el tráfico de esclavos, la industria textil y la minera (el uso de obsidiana para utensilios y armas).
Religión azteca
Si bien se habla de un culto solar, un astro que se desgastaba y debía ser regenerado mediante los sacrificios, los aztecas no dejaban de ser politeístas y sus divinidades, al igual que otras civilizaciones, representaban rasgos de la naturaleza tanto en seres animados como elementos inanimados (y en los primeros animales y el propio hombre).
Se veneraron dioses toltecas como Tláloc, Tezcatlipoca o Quetzalcóatl, fruto de la misma conquista: había asimilación y el panteón se expandía. Y la expansión del panteón tenía como correlato la historia de filiaciones y parentescos divinos lo bastantes complejas. Por otro lado, hay que decir que el culto solar para muchos estudiosos era por lo menos un esbozo de monoteísmo (lo cual sigue siendo controversial).
Arquitectura azteca
Los aztecas en sus grandes arquitecturas eran naturalistas, sobre todo cuando se hacía hincapié en animales o elementos naturales, lo cual no obliteraba la presencia de seres antropomórficos y divinos, típicos de su religión. Se usaba la piedra y la madera, aunque también, con mayor sofisticación podían aparecer los colores y las piedras preciosas, sobre todo en el caso de objetos y esculturas de menor tamaño.
Hay que recordar que las grandes arquitecturas (y los templos eran vitales en estas civilizaciones monumentales) tenían también una función pedagógica, ya que por lo general el lenguaje escrito eran pictogramas reservados para una escueta elite y el resto vivía en un inmenso mar de oralidad.
Asimismo, eran excelentes orfebres, lo cual daba lugar a creaciones con mixturas de oro y plata. Hablamos de figuras, adornos, pulseras, collares, pendientes; cuestiones que quizás escapan a la arquitectura, pero sí hacían al arte en un sentido amplio.