En la historia de la humanidad han existido innumerables batallas y guerras; sin embargo, solo muy pocas han quedado guardadas en los registros históricos. Y otras, las menos aún, adquirieron por su fama un rango casi universal. La que trataremos aquí puede tranquilamente tener el estatus dicho. Presentamos a continuación todo sobre la batalla de Gaugamela: qué pasó, personajes y cuadros sinópticos.
¿Qué pasó en la Batalla de Gaugamela?
La Batalla de Gaugamela quedará por siempre grabada en los registros históricos no solo porque fue una victoria de Alejandro Magno, sino porque supuso prácticamente la destrucción de la Dinastía Persa Aqueménida. Tuvo lugar el 1 de octubre del 331 a.C, en las proximidades de la ribera del río Bumodos. Como dijimos: ahí se enfrentaron el ejército persa a las órdenes de su rey, Darío III y el ejército macedonio al mando de Alejandro Magno. El primero eligió esta amplia llanura porque favorecía a sus importantes fuerzas montadas.
Para esos entonces Grecia, esa acumulación de ciudades estado, se encontraban bajo la hegemonía de Macedonia, algo sellado en la Batalla de Queronea. En escasos años tanto Filipo II como su hijo Alejandro Magno fueron acumulando poder, por lo que el pasó lógico, dadas las enormes ambiciones de estos dos (mucho más grandes las del hijo que las del padre) era Persia. Con el asesinato de Filipo, su hijo con tan solo 20 años lo sucedió en el trono macedonio, el cual era una monarquía hereditaria y sumamente militarizada.
Alejandro Magno quería un imperio global, por lo que hubo muchas conquistas previas hasta llegar a Gaugamela. Por ejemplo, cruzó el Helesponto con su ejército greco-macedonio y aplastó a los sátrapas persas en el río Gránico, victoria que puso a Asia Menor a sus pies. Luego continúo hacia el este derrotando ya al rey persa Darío III en la batalla de Issos. Tras lo cual capturó Tiro y fue aclamado como faraón en Egipto.
Y así llegamos a Gaugamela, en la que el rey persa conformó a un enorme ejército para defender el corazón de su reino. El campo de batalla había sido elegido por el propio Darío III, quien había liberado el terreno de piedras para asegurar que sus carros de guerra tuvieran libertad de movimientos. A priori todo parecía un suicidio por parte de Alejandro, a tal punto que sus generales le suplicaron una retirada o un ataque nocturno. Eran aproximadamente (en esto los historiadores modernos disientes de los antiguos) 134.000 persas contra 47.000 greco-macedonios. Sin embargo, Alejandro tenía un gran plan: ir por Darío en persona, cuya muerte o huida supondría una desmoralización para el enemigo.
Semejante tarea recaería en el propio Alejandro y su guardia, quienes junto a su destacamento de hostigadores desharían la izquierda enemiga. Cayendo entonces sobre el flanco persa en tanto que la falange macedonia mantenía en el centro a raya al enemigo con sus picas de cinco metros de longitud. Se cuenta que la noche previa los persas se mantuvieron despiertos ante un posible ataque enemigo, temor que se acrecentó con el eclipse lunar, lo cual solo podía significar un augurio negativo.
La hora de la batalla
El ejército de Alejandro era superado en número de 5 a 1 por los persas, pero el brillante macedonio engañó al enemigo con un despliegue tradicional de infantería en el centro y caballería en los flancos que duraría muy poco, es que al inicio de la batalla realizó un desplazamiento hacia la derecha retrasando su flanco izquierdo. Fue un movimiento oblicuo que dejó a la mitad del ejército persa sin oponente, a la vez que protegía el punto más alejado de su ataque en diagonal.
Sin entrar en mayores detalles, Darío envió 100 carros de guerra contra la falange y su flanco izquierdo perseguía a Alejandro y sus compañeros, quienes se alejaban con la intención de rodear a los persas. Esto dejó un enorme hueco en el ejército asiático, que el rey macedonio supo cargar a la perfección. Los carros persas, por su parte, entraron en contacto con el ejército macedonio, pero o eran abatidos o simplemente al abrirse las filas los macedonios los dejaban pasar. Por lo tanto, fueron abatidos en retaguardia sin dejar bajas para el ejército de Alejandro, mientras que la infantería persa luego fue ensartada por el muro de picas macedonio.
El momento decisivo fue el de Alejandro cargando contra los Inmortales (un cuerpo de élite persa, famoso desde las guerras médicas). Equipados con lanzas a dos manos con un alcance superior al del enemigo, los compañeros de Alejandro destrozaron la guarda persa e incluso mataron de un tiro de jabalina al auriga de Darío. Este último aterrorizado huyó, sembrando el pánico en los persas y generando la típica desbandada. Darío III se salvó de ser capturado solo porque Alejandro y sus guardias tuvieron que ayudar en el flanco derecho macedonio.
Alejandro venció y dejó prácticamente destruido al Imperio Aqueménida. Las bajas del ejército greco- macedonio solo fueron de 1.500 hombres, mientras que el ejército persa se estima que tuvo un total de 40.000.
Personajes de la Batalla de Gaugamela
En toda batalla una buena cantidad de personas participan, aunque en rigor de verdad la enorme mayoría quedan fuera de los registros históricos. La Batalla de Gaugamela tuvieron dos grandes protagonistas, tan importantes que son figuras de la historia universal. A ellos dos aludiremos en esta ocasión.
Alejandro Magno
Alejandro Magno no necesita presentación, ya que el rey Macedonio cuenta con abundantes y excelentes biografías históricas. El hijo y sucesor de Filipo II ya era rey de Macedonia en el momento de la Batalla de Gaugamela. Solo vivió 32 años, por lo que esta batalla, acaecida en el 331 a.C fue tan solo ocho años antes de su muerte prematura. Por aquellos entonces Alejandro Magno era el hegemón de toda Grecia y anhelaba conquistar Persia, además con cierto tinte de venganza por las lides históricas que habían tenido ambos pueblos.
Alejandro Magno tuvo un papel vital es la batalla de Gaugamela e incluso hoy especialistas se preguntan cómo hizo para vencer, ya que la proporción era 1 griego-macedonio por 1 persa durante la batalla. Ya sabemos que Alejandro fue directamente a Darío, quien ante la muerte de su auriga salió huyendo, generando una desbandada en su ejército. Alejandro Magno será recordando, entre tantas cosas, por la demostración estratégica y táctica en esta batalla.
Darío III
Darío III fue el último rey persa de la Dinastía Aqueménida y se lo anunciaba como Codomano, tal vez una adaptación griega a su verdadero nombre. Darío en su tiempo de gobierno intentó controlar a un imperio inestable, con sátrapas siempre celosos de sus prerrogativas y pueblos que siempre intentaban una rebelión. Tuvo derrotas frente a Alejandro antes de Gaugamela, como fue el caso de Issos, en donde huyó, dejando incluso a su familia en el campamento, la cual fue capturada por el rey macedonio.
Darío intentó hacerle llegar cartas en donde tenía la pretensión de cederle territorios, pero la ambición de Alejandro era más grande. Ante semejante realidad llevó adelante una leva forzada de todas sus satrapías para prepararse para Gaugamela. Sí, en el ejército de Darío III había desde indios hasta armenios, desde partos hasta árabes. Ya sabemos que a pesar de la enorme superioridad numérica Darío perdió frente a Alejandro, huyendo por diferentes localidades ya que el rey Macedonio no paraba de perseguirlo tras Gaugamela, tal vez como intentó de evitar la conformación de un nuevo gran ejército . El final del rey persa fue funesto: nobles de las satrapías orientales lo asesinaron, entre ellos un tal Bessos.
Batalla de Gaugamela: Cuadros sinópticos
A continuación dispondremos de algunos cuadros sinópticos que pueden servir para una mejor comprensión de la Batalla de Gaugamela, la cual enfrentó a las huestes greco-macedonias de Alejandro Magno contra el Imperio Aqueménida de Darío III.