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Cuadros sinópticos sobre la Cultura Totonaca

La civilización totonaca es un pueblo mesoamericano, que hunde sus raíces por lo menos en el 300 d.C, lo que se conoce como clásico (pero también se siguió desarrollando en el clásico tardío). Dicho pueblo es uno de los tantos que habitaron esta región y aquí disponemos todo sobre el mismo: presentamos cuadros sinópticos de la cultura totonaca con información.

¿Qué fue la cultura Totonaca?

La cultura totonaca se desarrolló durante los períodos clásico (desde el 300 hasta el 950 d.C) y el posclásico (desde el 950 al 1520 d.C). Fue una cultura desarrollada por pueblos indígenas mesoamericanos que habitaron en México los actuales territorios de Veracruz y una parte de Puebla.

Su nombre es el plural de «totonacatl» y hace referencia a los habitantes de de la región de Totonacapan. De hecho, se puede interpretar la palabra totonaco como «hombre de tierra caliente». Se la considera una civilización no tan violenta, en donde primaba la diplomacia y se organizaban en una suerte de confederación de ciudades.

Antes de la llegada de los españoles las comunidades totonacas cayeron en manos de los aztecas, cuya beligerancia era más acentuada, con una maquinaria de guerra bien aceitada.

Características de la cultura Totonaca

La cultura totonaca posee ciertos rasgos típicos de la civilizaciones mesoamericanas. Si bien lo desarrollaremos más adelante, era una civilización típicamente politeísta, su subsistencia era a grandes rasgos agrícola (con también desarrollo del comercio y del trueque) y las clases sociales poseían cierto nivel de estratificación. Esta civilización se considera que su origen procedía del núcleo huasteco, aunque crearon una cultura propia al entrar en contacto con los olmecas y pueblos nahuas del centro de México.

Podemos añadir como rasgos generales un arte manifestado en la cerámica, la artesanía y la escultura (la última caracterizada por el empleo de rostros sonrientes). Su arquitectura, sobre todo en el período de esplendor, mostró detallados relieves y la creación de pirámides. Y la arquitectura, como en otras civilizaciones mesoamericanas, también implicaba y demostraba un importante conocimiento de la astronomía.

Organización política Totonaca

Las civilizaciones mesoamericanas desarrollaron a grandes rasgos teocracias, con la figura central de un cacique en el caso de los totonacas. Es decir, en la pirámide social estaba la nobleza, con sacerdotes y otras figuras que tomaban las decisiones que implicaban poder. Controlaban aspectos religiosos, políticos y económicos.

Su gobierno, como se ha señalado, está liderado por el cacique, quien era asistido por un Consejo de Ancianos. Por su parte, los sacerdotes tenían un rol central, algo lógico en una civilización en la cual la religión es tan importante: sus funciones eran la dirección de los cultos ceremoniales, realización de observaciones astronómicas y dirigir ceremonias.

Organización social Totonaca

La cultura totonaca estaba conformada por clases sociales, con escasos niveles de movilidad. En lo alto de la pirámide social se hallaba la nobleza, que se encargaba de controlar los aspectos medulares del pueblo. Era un grupo integrado por el cacique, la casta sacerdotal y aquellas personas con mayor poderío económico, poseedores de tierra.

En la base se hallaban los plebeyos, encargados de la producción agrícola, artesanal, pesquera, albañilería; además de prestar servicios como sirvientes en las tierras de los nobles y en los templos. Era un grupo conformado por la mayoría de la población.

Economía Totonaca

La economía totonaca se basó en la agricultura, sembrando tomate, chile, maíz, cacao y algodón. Sin embargo, también tenían desarrollado un comercio, lo cual ayudaba en el esplendor de las ciudades: se vendían ciertos productos como excedentes y se importaban otros de los cuales se carecía. Asimismo, no hay que dejar de lado el trueque de productos y servicios.

Religión Totonaca

La religión totonaca, al igual que otras civilizaciones mesoamericanas, era politeísta. Es decir, creían en un panteón de dioses que a grandes rasgos representaban fenómenos de la naturaleza, estados o vivencias del ser humano, etc. Sin embargo, hay un rasgo a contrapelo del pueblo totonaca en este sentido: su sentido matriarcal, siendo la mujer la que transmitía los derechos de la herencia.

Hablamos de un pueblo que tenía la convicción de que las diosas eran quienes creaban el alma de las personas y consideraban a Centéotl como diosa del maíz, mientras que para otras civilizaciones era una divinidad masculina. Por supuesto, lo repetimos, más allá de ese rasgo, eran politeístas y veneraban dioses conocidos en la zona: Tláloc, Quetzalcóatl, Xipetotec y Xochipilli, entre otros.

Aquí también se llevaba adelante un juego de la pelota, que más allá de un sentido deportivo tenía uno religioso: era un espacio de ritual, en donde el ganador del partido era sacrificado en honor a los dioses.

Arquitectura Totonaca

Las construcciones realizadas por los totonacas solían tener como materia prima a la piedra y el adobe. Y de hecho, todavía hoy se pueden observar tales características, como los edificios levantados sobre las plazas en Cempoala.

Quizás uno de los edificios más destacados de la cultura totonaca sea la pirámide de los Nichos. Se encuentra en El Tajín, una estructura piramidal de piedra con un fuerte significado astronómico y simbólico. Su nombre proviene de sus 365 ventanas, que representan los días del año.