Saltar al contenido

Derechos y obligaciones del ciudadano

El ser humano vive en sociedad y ello implica que debe darse en su totalidad una multitud de leyes, es decir, someterse a un ordenamiento jurídico completo para vivir en armonía. Eso implica una multitud de derechos y obligaciones. A continuación presentemos la definición de derechos y obligaciones con ejemplos.

 

¿Qué es un derecho?

Los derechos son una serie de disposiciones de la que goza el sujeto, disfrutando de una buena cantidad de libertades que son provistas por el Estado. Dicho de otra manera, son las facultades que se le reconocen a las personas para realizar un acto concreto o la posibilidad de reclamar una conducta determinada.

Los derechos de los ciudadanos suelen estar asentados en la constitución de cada país, pudiendo variar. Recordemos que cada constitución o carta magna, por el concepto de supremacía, goza de una preeminencia respecto a otras leyes (a veces pueden estar en pie de igualdad con los tratados de derechos humanos). En tal sentido, son los mismos jueces, de manera difusa o concentrada, quienes se encargan que las leyes sean constitucionales.

Principales derechos del ciudadano

Derecho a la vida

Todos los ciudadanos tienen derecho a la vida, más allá que su materialidad puede variar de acuerdo al país. Esto no quita que en términos generales el ciudadano debe tener garantizado este tipo de derecho, inalienable y que ha tomado protagonismo desde hace mucho tiempo, ya que se lo considera de primera generación.

Hablamos de diversos mecanismos legales (en muchas naciones una garantía es del debido proceso o la imposibilidad que una persona pueda declarar contra sí misma), la protección de las personas mediante la salud pública, medidas de tipo social para infantes con cierta vulnerabilidad, etc.

Derecho a la libertad de expresión

Toda persona tiene el derecho de expresar sus ideas u opiniones, de manera libre, siempre y cuando la misma expresión no vulnere a los terceros en sus derechos, siendo difamados, expuestos en su vida privada o atentando contra su reputación. Aquí, como en todo derecho, se observa un principio claro: mi derecho termina cuando comienza el del otro.

La libertad de expresión es un derecho del ciudadano y sin embargo muchos países no lo respetan. El siglo XX (también la actualidad) nos ha dado ejemplos abundantes de regímenes autoritarios que intentan direccionar y regular la información, desechando aquella que no se acople a sus intereses.

Derecho a la salud

La salud es un derecho amparado por las constituciones del mundo. Esto significa respetar, protagonizar y garantizar este derecho, no solo permitiendo el acceso a la salud pública para las personas, sino también asegurar que la misma sea adecuada, en el momento y lugar que se la necesite.

Entonces, el sistema de salud que se le procure a los ciudadanos debe ser gratuito y de calidad, más allá que muchas de sus premisas tienen un carácter preventivo.

Derecho a la educación

Todas las personas tienen derecho a un sistema educativo. Cada Estado debe obtener los medios pertinentes para una educación primaria gratuita y obligatoria; una educación secundaria accesible y una educación superior equitativa (esto quiere decir que quien tenga los requisitos académicos puede acceder).

Es vitar para todo estado conseguir la formación adecuada de quienes serán sus ciudadanos, un proceso que conlleva años de formación y el engranaje de todo un mecanismo sumamente complejo e indispensable.

Derecho a la libre asociación

Todo ciudadano cuenta con el derecho de asociarse con terceros, siempre y cuando dicha asociación asuma un carácter legal, respetando las normas establecidas de cada nación.

La asociación tiene un gran impacto en la actividad económica, lo cual puede dar lugar a resultados positivos a nivel local, regional y nacional. Naturalmente, la actividad lucrativa no es la única proclive a asociación y las innumerables sociedades sin fines de lucro lo atestiguan.

Derecho al voto

Los ciudadanos en las repúblicas, más allá de las divergencias en la participación, tienen el derecho al voto universal y secreto para escoger a sus gobernantes, bien sea en instancias locales o nacionales, de cariz legislativo o ejecutivo.

Lo repetimos: es un derecho consagrado pero que sigue siendo un desafío mundial, ya que muchas veces es verdaderamente interrumpido por los poderes políticos, que por ejemplo no siguen algunos principios del republicanismo, como la periodicidad en el cargo (perpetuación en el poder). Asimismo, un sistema presidencialista no suele tener el mismo nivel de participación que, por ejemplo, una monarquía parlamentaria, en donde la figura del primer ministro es seleccionada por el mismo Parlamento.

Derecho a la libre circulación. 

Cualquier persona tiene derecho a transitar libremente en aquel territorio del cual son ciudadanos y pueden emplazarse en otros, siempre y cuando cumplan con la normativa vigente de esa nación.

El Estado, más allá de dar lugar a garantías, como por ejemplo en la locomoción el habeas corpus, también puede establecer mecanismos que limiten o regulen dicha circulación, si hay alteración al orden público o situaciones de emergencia como una catástrofe natural.

Derecho al trabajo

El trabajo es uno de los derechos de los ciudadanos, es decir, los Estados deben promover la estimulación de la actividad económica dando lugar a empleos. Todo lo atinente a los derechos del trabajador se encuentra enmarcado en cierto constitucionalismo social, en donde se hizo hincapié a la que los trabajadores podían desarrollar el accionar de la huelga, obtener una seguridad social, intervenir en convenios colectivos e incluso ser parte de los gremios para defender sus derechos.

El Estado debe garantizar un empleo digno, una realidad laboral justa y condiciones favorables en caso de despidos.

Derecho a la vivienda

Toda persona tiene derecho a una vivienda digna que le proporcione las condiciones básicas para su desarrollo biopsicosocial.

Los Estados pueden realizar una multitud de actividades para garantizar este derecho con iniciativas públicas, mixtas o privadas. Viviendas de interés sociales, planes de construcción, créditos seguros y accesibles, entre otras actividades.

Derecho a la propiedad privada

Los ciudadanos tiene derecho a adquirir propiedades a su nombre, bien sea en tanto personas naturales o como personas jurídicas (por ejemplo, una compañía). Todo esto debe ser acorde al marco legal de cada nación.

Derecho a un medio ambiente sano

Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano. A veces también se utiliza el término adecuado, ya que un medio ambiente de tales condiciones permite el desarrollo de todos los derechos mencionados anteriormente. La vida, la salud, la vivienda no tendrían sentido.

El derecho a un medio ambiente sano es producto de un constitucionalismo moderno, es decir, se lo suele considerar un derecho de tercera generación, siendo parte de las reformas constitucionales menos antiguas de todos los Estados.

Muchos de estos derechos fueron producto de las consecuencias de las guerras mundiales, en donde se puso en boga la necesidad de cuidar un medio ambiente seriamente en peligro por las catástrofes atómicas.

Derechos de consumidores y usuarios

Al igual que el derecho a un medio ambiente sano, los derechos de tercera generación aluden a aquellos que amparan la figura del consumidor, que se encuentra en una situación de desigualdad respecto al prestador de un servicio. Se lo conoce como un derecho de incidencia colectiva.

Mencionamos algunos de ellos: derecho a la elección, a la información, a que no haya falsa publicidad, calidad, compensación, nula discriminación y protección.

Derecho a la herencia

Las personas naturales tienen derecho a heredar el patrimonio de sus ancestros, cumpliendo los deberes de pagar los impuestos que se generen y de acuerdo a la normativa vigente de cada nación.

Derecho a casarse

Más allá de las diferencias que puedan existir en cada país, cada hombre y mujer llegada a la edad núbil tiene derecho a contraer matrimonio, para así fundar una familia. Solo mediante el libre y pleno consentimiento de los futuros esposos se puede desplegar este derecho.

El derecho a contraer matrimonio demuestra uno de los rasgos de muchos de ellos: es accesible. Es decir, su existencia se da, independientemente que se lo puede utilizar por parte del ciudadano o no.

Derecho a la vida cultural

Toda persona tiene derecho a ser parte de la vida cultural de su comunidad, gozando de las artes y comprometiéndose en el progreso científico de la sociedad.

 

¿Qué es una obligación?

Si el derecho es una posibilidad de hacer o no hacer, poseer o no poseer, la obligación es una responsabilidad que debe ser honrada por los ciudadanos. Muchas veces su incumplimiento acarrea consecuencias legales de diversas naturalezas.

Por lo tanto, en una obligación el ciudadano es responsable frente a sus pares pero también respecto al Estado. Las mismas y la gravedad de su ruptura dependerá de las constituciones de cada país, además de tener en cuenta normas de carácter sustancial como son los códigos (penales, laborales, comerciales, civiles, etc).

Principales obligaciones del ciudadano

Defensa de la constitución y sus leyes

Todos los ciudadanos deben respetar y defender la Carta Magna o constitución de su país, contribuyendo a la convivencia social mediante el acatamiento de sus leyes.

Defensa del territorio en caso de conflicto armado

En algunos países el servicio militar tiene una naturaleza obligatoria, así como una participación ciudadana en casos que impliquen acciones militares. Todo lo mencionado con la llamada de las autoridades previa, cuando haya agresiones y atentados contra la soberanía del país.

Obligación de votar

Muchos países no la desarrollan, pero lo cierto es que la acción de votar puede considerarse tanto un derecho como una obligación. Un derecho, como lo mencionamos, porque el ciudadanos en forma activa puede escoger a sus representantes; pero una obligación ya que debe efectuar sí o sí este acto, habiendo en caso contrario diversas penas.

Naturalmente hay que decir que muchas de ellas tienen un carácter pecuniario bajo y el hecho de encontrarse lejos de un domicilio legal también puede dispensar de votar. Lo repetimos: todo esto dependerá de la normativa de cada nación.

Promover paz y la convivencia social

Los ciudadanos tienen la obligación de promover una convivencia social armónica, cumpliendo con las leyes y todas aquellas acciones establecidas que por mecanismos legales contribuyen a la paz ciudadana.

Participación activa en la comunidad

Este apartado se liga con la obligación de votar. Nos referimos a las actividades que en cierta manera ayudan en el progreso y desarrollo de la comunidad: por ejemplo ser un veedor en un proceso electoral, pero también ser parte de un tribunal, siempre y cuando se cumpla con los requisitos.

Pagar impuestos

Pagar impuestos es una obligación ciudadana clara, a tal punto que no hacerlo muchas veces conlleva consecuencias legales serias. Los impuestos son formas que tiene el Estado para obtener financiación en lo atinente al gasto público.

Si bien dependerá de cada nación, para ser una obligación es indispensable que el individuo sea mayor edad y sea parte de alguna actividad económica.

Cumplir con lo firmado en un contrato

Los contratos pueden tener una naturaleza de derecho privado y también público, en donde participan ciudadanos y el Estado. En ambos casos todo contrato equivale que crear una forma jurídica con un cúmulo de derechos y también obligaciones. Sus cláusulas, para decirlo sin vueltas, se convierten en ley.

Respetar normas en espacios públicos

Los espacios públicos son sitios en donde prima la autoridad del Estado, sea cual sea su nivel, por lo que es indispensable tener en ellos un desempeño determinado. Esto para el ciudadano constituye una obligación, en lo referido a las actividades que puede realizar.

Respetar la propiedad privada

Al igual que el voto, la propiedad privada es un derecho de las personas jurídicas y naturales, por lo que también implica una obligación respetarla. Se podrían nombrar una enorme cantidad de figuras penales que refieren al robo, de acuerdo al país y dependiendo así sus consecuencias.

Cumplir con los convenios colectivos

Ya habíamos anunciado que los convenios colectivos fueron consecuencias de los derechos de segunda generación. Desde la óptica de la obligación, se debe fomentar los acuerdos entre el Estado, patronos y trabajadores para que las actividades laborales se desarrollen armónicamente, sin afectar derechos de algunas de las partes.

Respetar las diferentes expresiones culturales, religiosas e ideológicas

El Estado debe fomentar y garantizar las diversas actividades multiculturales, religiosas y partidistas a lo largo de todo el año, con el fin de darla a conocer para el resto de los ciudadanos. Asimismo, ninguno de estos podrá oponerse, de manera individual o colectiva, a las mencionadas expresiones.