Un ser individual es aquel que toma decisiones propias, basadas en su propio conocimiento y experiencia, no guiado por los demás y sin ser guiado por otros. En cambio, un ser social es un ser individual que se trasciende, convive e interactúa con otros semejantes dentro de la sociedad.
A continuación, en sintonía con lo dicho, presentamos cuadros comparativos de ser individual y ser social: imágenes e información.
Definición del ser individual
El ser individual habla de lo que es el ser humano en tanto único, siendo tanto una característica física como mental y hasta ontológica. Esta característica es totalmente innata: venimos al mundo siendo únicos y cuando alguien dice eso de una persona en verdad no es solo un cumplido (usualmente se lo toma así), sino un dato de una evidencia absoluta.
Este ser individual es uno que piensa, lleva adelante acciones, toma decisiones, adquiere conocimientos y experiencia. En este contexto los niveles de influencia que ese ser individual tiene poco importa (de otros hacia él o ella y a la inversa): no dejará de ser un ser único e irrepetible.
Por lo tanto, podemos decir que el ser individual es una dimensión básica de la realidad humana. Todo hombre y mujer son diferentes, sus identidades en este plano se construyen constantemente.
Características del ser individual
El ser humano posee ciertas características físicas en primer lugar. Una persona puede ser de tez morena o blanca, con cierta forma en su cuerpo, determinado desarrollo de sus manos, un tamaño, entre muchas otras. Aquí la combinación fenotípica es prácticamente infinita, a tal punto que el cuerpo en un detalle minucioso nos hace ver que todos en algún aspecto, por mínimo que sea, nos diferenciamos de todos los otros.
Y esta realidad del ser individual adquiere mayor profundidad desde el aspecto mental en un sentido amplio. Somos seres con determinada inteligencia, cierta voluntad, que asumimos libertades pero también responsabilidades. Tenemos determinadas memorias y recuerdos, vemos el presente con diferentes sentidos, creamos esperanzas y sueños.
Y un ser individual lleva adelante acciones individuales, que deben ser comprendidas como aquellas que no poseen repercusión directa sobre quienes nos rodean y no es necesaria su intervención para llevarlas a cabo. Existen infinidad de acciones que solo tienen interés para quienes la realizan: cepillarnos los dientes, leer un libro, qué tipos de comida escoger, vestirnos de determinada manera antes de ir a dormir, etc.
Definición del ser social
Sin embargo, el ser individual cuando se agrupa con otros constituyen un ser social. No es casualidad que las personas se agrupen y decenas de pensadores han reflexionado sobre ello durante siglos: el ser humano se agrupa porque necesita de un otro y, de lo contrario, como anunciaba Aristóteles, sería un monstruo o un dios.
Comprobamos todos los días de manera cotidiana que tenemos un entorno: grupos de amigos en la escuela, equipos de trabajo o grandes multitudes celebrando algo. La idea de grupo adquiere a veces no solo proporciones masivas (una fuerza política partidista o una nación entera), sino que también se crean ficciones jurídicas que nos hablan de sujetos que van más allá del ser humano particular y están compuestos o pueden ser encarnados por multitud de seres humanos (pensemos en una empresa).
Por lo tanto, el ser social es una forma del ser humano de estar en el mundo, con sus rasgos específicos, a pesar que técnicamente se conforma por una cantidad determinada de seres individuales (por definición, por lo menos dos o más).
Características del ser social
El ser social tiene muchos rasgos como ser masivo, incorporar personas, generar vínculos de todo tipo y así poder realizar acciones que de manera individual sería imposible. Históricamente nuestros antepasados vieron en el grupo, traducido en clan o tribu, una manera de protegerse y adquirir sapiencias específicas (ya que un ser humano no puede ser experto en todo a nivel individual): tal vez hoy sigan siendo rasgos primordiales aunque lo hayamos olvidado.
Desde el momento que el ser individual entra al mundo se convierte en un ser social: pasa a formar parte de un grupo (en primer lugar la familia), adquiere ciertos valores, ideas, propósitos y cosmovisiones. Y poco importa aquí si el sujeto individual se siente en el mundo social detenido (la lógica de castas) o hay una suerte de movilidad social típica de las sociedades occidentales.
El ser humano básicamente, entonces, es un ser social en tanto acumulación de seres individuales. Pero aquí no hay que entenderlo de manera aritmética: un ser social no es solo la suma de sus partes, sino uno auténtico y con características nuevas. Y se puede hablar de ser social, por supuesto, más allá que no haya en el momento un agrupamiento estricto de personas desde el punto de vista físico. Son seres sociales la persona hinchando por su equipo de fútbol en las tribunas como aquel que es ciudadano y se encuentra solo en su casa.
Cuadros comparativos del ser individual y el ser social
Los cuadros comparativos son excelentes para graficar conceptos, entender diferencias e ideas. A continuación presentamos unos teniendo en cuenta la idea del ser individual y el ser social.