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Tipos de lenguaje

El lenguaje es un sistema de signos, compartido por los interlocutores, que lo utilizan para transmitir todo tipo de información. Por supuesto, existe una gran diversidad de lenguajes que se utilizan, incluso más allá del ser humano. A continuación, presentamos tipos de lenguaje y ejemplos.

Lenguaje verbal

El lenguaje verbal requiere el uso de palabras para establecer una comunicación. Son signos con cierto nivel de arbitrariedad, con diferentes complejidades y naturalezas dependiendo el tiempo y la civilización. Existen dos grandes tipos de lenguaje verbal: el oral y el escrito.

Lenguaje oral

La mayoría del tiempo en el que existió la humanidad la oralidad fue la que predominó, ya que la escritura es una creación mucho más tardía y muchas veces asociada a las culturas mesopotámicas. Hablamos aquí de signos sonoros que significan, esos mismos que se usan para formar palabras.

Cualquier tipo de conversación es un buen ejemplo de lenguaje oral (no entrando en la complejidad que puede tener el término «conversación»).

Lenguaje escrito

 

El lenguaje escrito es un sistema de signos gráficos que constituyen elementos de sentido. Por supuesto, dentro de la escritura, no es lo mismo una lengua alfabética o numérica que un ideograma; pero no dejan de ser escrituras desde el momento que poseen un soporte material.

Todo lenguaje escrito tiene sus gramáticas, es decir, sus leyes para su correcta composición y utilización, para que de esa manera el mensaje porte sentido y sea entendido.

Lenguaje no verbal

El lenguaje no verbal es un tipo que utiliza imágenes, gestualidades, expresiones faciales, posturas corporales y hasta disposiciones espaciales. Su rasgo es que prescinde de las palabras escritas o habladas, por lo tanto puede ser un complemento de lo verbal, pero también de gozar autonomía.

Lenguaje icónico

Son todos los signos no verbales compuestos por imágenes, que serían iconos. El entendimiento o la comunicación en imágenes tiene el requisito fundamental de una comprensión comunitaria, es decir, que los significados de las mismas sean consistentes y compartidos por un grupo de personas.

Buenos ejemplos de lenguajes icónicos son todas las señales de tránsito, tan vitales para el conducto como para el transeúnte.

Lenguaje facial

El sentido no solo es un hecho verbal, a tal punto que podríamos que decir que la lingüística solo es una rama de una enorme ciencia llamada semiología. Por tal motivo, todas las gesticulaciones del rostro pueden tener significado, de ahí que se hable de lenguaje facial. 

Tal vez en el lenguaje facial haya una mixtura importante entre sentidos relativamente compartidos y fácilmente comunicados y otros con cotos más reducidos en ese sentido. Un buen ejemplo genérico de lenguaje facial es la risa, que por lo general denota felicidad (aunque no siempre es el caso). Tal vez lo facial en muchos casos invita a una mayor polisemia.

Lenguaje corporal

El lenguaje corporal o también llamado kinésico son los movimientos o posturas corporales que comunican un mensaje específico. Estas expresiones pueden variar de acuerdo a la cultural y también los seres interactuantes, pero suelen gozar de un acuerdo en cuanto a su sentido.

Buenos ejemplos es el movimiento de la cabeza para aclarar un «si» o un «no». También el puño cerrado con el dedo pulgar levantado suele significar que estamos bien.

Lenguaje táctil

El lenguaje táctil, también denominado como háptica, se refiere a un lenguaje no verbal desarrollado a partir de estímulos que se perciben a partir del tacto. Hablamos de texturas, sensaciones, presión, movimiento o temperatura.

Estrechar manos o tocar un hombro, por lo menos en Occidente, puede implicar confianza y son buenos ejemplos de lenguajes táctiles. Asimismo, si pensamos en un sistema como el Braille el mismo es eminentemente de tacto.

Proxémica

Quizás sea uno de los lenguajes no verbales menos conocidos, pero la proxémica refiere al uso de nuestro espacio personal. Son gestos, posturas o movimientos con los cuales gestionamos la distancias entre el espacio corporal y el interlocutor.

Naturalmente, la proxémica está vinculada a la territorialidad de la persona, a la utilización de la misma y cómo permite la interacción con un otro. En Occidente la proxémica puede ser muy corta (por ejemplo, en América Latina), pero en otros lugares puede resultar irreverente e incluso agresiva.

Lenguaje artificial

El lenguaje artificial es creado por el ser humano, con altos niveles de formalismos para transmitir con precisión distintos tipos de informaciones. El lenguaje de programación, epítome de lo algorítmico y formal, es un buen ejemplo de lo dicho. Se trata de un lenguaje que intenta ser pulido, aséptico y de algún punto objetivo.

Siempre la matemática y la lógica que tanto se nutre de aquella han intentado desarrollar estos tipos de lenguaje. De algún modo también la música posee un lenguaje formal, aunque posiblemente es sumamente reduccionista porque la misma apela a una multitud de otros lenguajes.

La ciencia siempre ha soñado con lenguajes artificiales, pensando antiguamente en reproducir el lenguaje del universo. En la actualidad se es menos platónico y se piensa que las matemáticas en todo caso son ficciones necesarias para conocer la realidad.

Lenguaje natural

El lenguaje natural es aquel que se desarrolla de manera innata, producto de algún modo del entorno familiar, que es un representante de una sociedad y cultura en específico. Hablamos de una suerte de idioma materno, que tiene en cuenta tanto expresiones verbales como no verbales.

Buenos ejemplos son las expresiones mamá o papá, que tienen una enorme carga valorativa en los primeros momentos de la vida de un pequeño.

Lenguaje animal

Tal vez la expresión lenguaje animal no sea la correcta, si entendemos a ese sistema de comunicación como algo exclusivamente humano. Sin embargo, es un hecho comprobado desde hace años por cualquier etología que los animales establecen comunicaciones y por ende se lo puede catalogar como animal.

El repertorio del lenguaje animal es complejo: señales sonoras características, visuales como el cambio de piel o ciertas posturas e incluso olfativas a partir de los diversos olores.

Una ballena que produce «cantos» para el apareamiento o la migración o un pavo real que desenvuelve su plumaje en señal de cortejo son buenos ejemplos.