Desde hace un buen tiempo la teoría evolucionista en la biología ha sido acogida y el ser humano, como toda criatura viva en este mundo, es parte de esa enorme cadena natural. Los homínidos se han modificado con el paso del tiempo, desde el Australopithecus hasta el Homo Sapiens. A continuación presentamos diferencias y cuadros comparativos del Australopithecus y el Homo Sapiens: imágenes e información.
El Australopiteco
Los Australopitecos son un género extinto de primates homínidos. Las especies de este género habitaron África desde hace 3,9 millones de años hasta hace unos dos millones de años, desde el Plioceno Inferior hasta el Pleistoceno.
Su gran novedad desde el punto de vista de la evolución era que se desplazaban de manera bípeda. El tamaño de su cerebro era similar al de los grandes simios actuales. Vivían en las zonas tropicales de África, alimentándose de frutas y hojas.
Desde hace un buen tiempo existe un consenso en que los australopitecos jugaron un papel esencial en la evolución humana al ser una de las especies de este género la que dio origen al género Homo en África. Esta, a su vez, dio origen a especies como el Homo Habilis, H. ergaster y finalmente al hombre moderno Homo Sapiens Sapiens.
El Homo Sapiens
El Homo Sapiens es una especie del orden de los primates perteneciente a la familia de los homínidos. Se suele considerar como tal a las poblaciones humanas de características actuales. Los rastros más antiguos datan de los 315.000 años en el pasado y tienen como suelo Marruecos.
El Homo Sapiens, hay que decirlo, pertenece al género Homo que fue muy diversificado. Durante el último millón y medio de años incluía ya otras especies extintas. Sin embargo, desde la extinción del Homo Neanderthalensis, hace 28.000 años, es la única especie del género homo que aún perdura.
Sin entrar en detalles excesivos podemos decir que el Homo Sapiens es una especie de primates sumamente plásticos por su locomoción y movimiento en el reino animal. Tiene una gran habilidad de manipulación con sus pulgares oponibles. La especie humana tiene un notable dimorfismo sexual a nivel anatómico.
La mente, que según la neurociencia se puede reducir a la actividad del cerebro, es uno de los atributos excepcionales del ser humano, aprovechando que su cavidad craneal es más importante. El ser humano puede realizar abstracciones racionales, actividades de la imaginación y del intelecto.
Diferencias principales entre el Australopithecus y el género Homo Sapiens
Las diferencias entre los Australopitecos y el Homo Sapiens (la última especie Homo y la más evolucionada) pueden ser francamente inmensas. A continuación presentamos algunas de ellas para que el lector la tenga en cuenta.
- Evolución: Los Australopitecos surgieron en la faz de la tierra hace aproximadamente 4 millones de años, en el clima tropical del África Oriental (aquí hablamos de procesos, no de tiempos tajantes). Mientras que por ahora los restos más antiguos del Homo Sapiens datan de 315.000 años en el pasado, encontrados en Marruecos.
- Dimorfismo sexual: Los Australopitecos tenían un dimorfismo sexual evidente entre machos y hembras desde el punto de vista anatómico, siendo ostensible la diferencia de tamaño entre el macho y la hembra (del 50 por ciento para ser exactos). En cambio, el Homo Sapiens la diferencia de tamaño no es mayor al 15 por ciento, a pesar que también hay un claro y evidente dimorfismo sexual: el hombre a grandes rasgos suele ser más pesado y alto aunque con el paso del tiempo se ha perdido algo tal diferencia.
- Tamaño del cerebro: El tamaño del cerebro del Australopiteco es más chico que el del Homo Sapiens. Esto lo podemos dilucidar, por ejemplo, con la capacidad craneal: en el hombre actual es entre 1.200 y 1.850 cm cúbicos; en cambio los homínidos antiguos presentan entre 500 y 800 cm cúbicos.
- Pelaje: Los Australopitecos son más cercanos a los simios que el Homo Sapiens y eso se puede observar en un rasgo como el pelaje. El hombre actual es mucho más lampiño en ese sentido.
- Cráneo: El Australopiteco tenía un maxilar prominente, cráneo plano e inclinado, cara robusta y arcos supraorbitales débiles. En cambio, el Homo Sapiens no tiene un maxilar prominente, posee cara amplia y plana, cráneo redondo y fuertes arcos supraorbitales.
- Ambientes: El Australopiteco vivía en sabanas, es decir, hábitats abiertos, recolectando frutos y hojas. Sin embargo, podrían existir tipos de australopitecos que se mantuvieran en ambientes boscosos. En el caso del Homo Sapiens huelga decir que su hábitat es el mundo entero.
- Otros rasgos corporales: El Australopiteco tenía un pecho ancho, pies largos, manos curvadas, antebrazo largo, cintura amplia y una cadera robusta. En cambio el Homo Sapiens es de pecho más estrecho, pies cortos, manos no curvadas que posibilitan la utilización de herramientas y también una pelvis más estrecha.
Cuadros comparativos del Australopithecus y el Homo Sapiens
A continuación presentamos algunos cuadros comparativos para que las diferencias en las características sean más evidentes y sencillas de estudiar. Los cuadros también incorporarán otras clases notables de homínidos, además de los estudiados más arriba.